No estoy bien.
No puedo dormirme y ya es tarde en la madrugada.
Lo único que hago es pensar en vos, no hago otra cosa que eso. La música me ayuda con las imágenes de nosotros que pasan por la cabeza. Afuera hay un viento helado que corre, no hay un barrio muy agradable de por medio ni tampoco un viaje largo que se pueda hacer hasta vos.
No me interesa, solo quiero hacerlo, quiero verte un poco más. Solo quiero hacer que te importe. Estoy harto de sentirme así, pero estaría harto de mí si voy y te lo digo. No te quiero perder, en ningún sentido, llegué demasiado lejos y no haría otra cosa que derramar otra lágrima si pasa eso.
La última vez que soñé me levanté gritando y triste, porque se que hay una verdad que no me gustaría aceptar NUNCA: el miedo a ser rechazado.
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